sábado, 13 de abril de 2013

[UTA NO☆PRINCE-SAMA♪ MAJI LOVE 2000%] - Capítulo dos: Reincarnation of Love


...O cómo Cecil pasó de ser un encanto a un idiota integral mientras Camus bailaba el Lago de los Cisnes.

Me gustaría comenzar esta reseña quoteándome a mi misma, ya que - como bien sabéis - en el primer capítulo le dediqué un pequeño apartado a comentar el por qué había decidido dejar definitivamente atrás el anime de Magi (cosa que ya expliqué en actualizaciones pasadas, además) y los motivos por los cuales no pensaba dejar de producir reseñas de este.

...Y ahora que ha empezado la segunda temporada de UTA NO☆PRINCE-SAMA♪ MAJI LOVE 2000% - o, para hacerlo un poco más discreto, UtaPri - no he querido desaprovechar la oportunidad de volver a las andadas con un anime con el que sé que realmente no lo voy a dejar de lado por tener un ataque de rage: según mi propio criterio - espero no molestar a nadie con mi opinión - es un anime que carece de trama, y aparte de intentar hacernos creer que el grupo de seis chiquillos son heterosexuales, no creo que vaya a tener un desarrollo más profundo.

Bien; continúo pensando la gran mayoría de cosas que ahí están escritas porque UtaPri no es un anime que contenga un argumento de lo más absorbente o nos vaya a sorprender en futuros capítulos con un giro de trama de lo más inesperado que nos hará quedarnos con la boca abierta... Pero había asegurado que no sufriría ni un solo ataque de rage: ¡y lo he sufrido con todas las de la ley!

Muchos de los que estáis leyendo esto - ¡eh, mamá! ¡Estoy en la tele! (?) - sois amigos míos o conocéis mis gustos lo suficiente como para saber que tengo una debilidad innata por Cecil Aijima, incluso los que lleváis aguantándome desde hace mucho más tiempo sois conscientes de que deseaba verlo mucho más.

Luego, gracias a cierta persona que se reconocerá a sí misma en estas líneas, comencé a adorar a Camus.

¡Porque yo no quería shippear a Cecil con Ojitos de Melón...! No es solo porque la chica parezca haber salido del mismo Averno, ya que vosotros sabéis que yo no juzgo a las personas de dónde vengan, sino porque creía que mi príncipe de Agnapolis merecía que su pareja - al menos - no estuviera sometida a una posesión infernal: imaginad tener que llamar a las tres de la mañana a la parroquia más cercana porque tu Ojitos de Melón se ha puesto a girar su cabeza trescientos sesenta grados al compás de Ichinose-san.

Pero no podía emparejarle con nadie más porque... ¿Cómo iba a romper una pareja tan bonita como la de Otoya con Tokiya? Son perfectamente complementarios, además de que ambos se ofrecen el uno al otro aquellas atenciones de las cuales carecen. ¿O Ren y Masato? Ellos, a pesar de ser una pareja llena de angst, me parece que pueden llegar a buen puerto. ¡De Natsuki con Syo apenas puedo hablar porque está más que claro lo que sienten el uno por el otro!

Además de eso, ¡no hacía buena pareja con ninguno de ellos! Por suerte, me enteré de que su senpai era un duque de otro país extranjero que - a pesar de tener una personalidad excesivamente seria y refinada - tenía una relación de lo más problemática con Cecil: eso captó mi atención. Lo demás, como bien sabéis, es historia.

¡Pero ahora Cecil se comporta como el engreído bastardo que no es y Camus está a un tutú de ser la nueva protagonista del Cascanueces! ...En serio, no tienen nada que ver en absoluto con sus verdaderas personalidades: no solo ellos dos, sino que ninguno de los otros personajes tampoco.

(Menos Haruka, ella sigue teniendo horchata en las venas).


Os rogaría por ello que no me vengáis a decir estupideces cuando sabéis que adoro a este u a otro personaje: no soy una persona que tenga problemas en comentar con cualquier otra sus gustos e incluso acepto críticas a los personajes que me agradan porque me gustan tal y como son... Pero una cosa es aceptar vuestra opinión, y otra el tener que escuchar verdaderas mamarrachadas solo porque no hayáis tenido los dos dedos de frente de informaros antes.

Tu libertad acaba dónde empieza la del otro, así que no me busquéis las cosquillas porque he tenido mi primera explosión de rage con este anime y quizás acabe destripado quién menos lo espera solo por tener una opinión que - como no se ha tomado la molestia de comprobar su veracidad - me paso por el mismo... Corazón ~


★  ★  ★  ★  ★  ★  ★ ☆ 



Como muchos de nosotros habíamos intuido por conocer desde la primera temporada esta serie, lo que se nos había presentado como el opening ha pasado a ser el ending, así que la canción de apertura es aquella en la que Ojitos de Melón cruza el cielo nocturno desnuda completamente en compañía de los galantes miembros de ST☆RISH, que también se encuentran como sus madres los trajeron al mundo.

El primer capítulo acabó con el reencuentro de Haruka - quién había salido de su habitación de madrugada porque había escuchado a un gato maullar, ella es así de especial - y el príncipe de Agnapolis, Cecil, que había besado el dorso de su mano para saludarla como si verdaderamente esta chica se tratara de una princesa.

Haruka le confiesa que había estado esperando para poder darle las gracias por inspirarla a encontrar algo verdaderamente importante para ella - un harem de seis muchachos que le servirán como sacrificios rituales para su señor - y el chico de ojos verdes niega sus palabras, diciéndole que es él quién tiene que darle las gracias porque las canciones que compuso fueron las que le salvaron (imagino que de continuar maldito, siendo un gato).

Dulcemente, el príncipe apoya una de sus manos en la mejilla de Ojitos de Melón para acercarse a ella mientras la aprieta contra su pecho y...



¡...De repente todo se vuelve blanco! De un brinco, la chica se reincorpora del colchón - menos mal que estaba sola, ya me veía a la pobre Tomochika gritando ¡está poseída! ¡El diablo ha resurgido! - para darse cuenta de que el encuentro no había sido más que un sueño erótico producto de su lujuria desenfrenada deseo de ver a Cecil.

A la mañana siguiente nos encontramos al director de la academia - ahora también presidente - haciendo caligrafía entre sus usuales gritos histéricos y piruetas desenfrenadas, provocando que Ringo tenga que llamarle la atención para que se contenga un poco, ya que no puede concentrarse en su propio trabajo - cortar círculos de papel - por todo el escándalo que está montando.


Haruka, ya recuperada de su sueño erótico nostálgico con el príncipe de Agnapolis pasa al interior de la habitación dónde había sido llamada, Shining lanza lejos el pincel que estaba utilizando y le comenta que tiene que escribir una nueva canción para el grupo, ya que quiere algo que pueda escuchar una y otra vez sin cansarse como Maji Love 1000% - ending de la primera temporada para aquellos que no estén tan familiarizados - y Haruka responde que intentará escribir una canción que anime a todos aquellos que la escuchen.

Ringo apoya a la compositora con su habitual gentileza, y la chica dice que la canción no está terminada porque... ¿Conoció a un príncipe en sus sueños? La verdad es que esta parte no he llegado a comprenderla muy bien porque el fansub está un poco confuso, pero lo que han hecho ha sido forzar la mención de Cecil de una manera muy evidente. El idol travestido comenta que tenga cuidado con los príncipes - debió de avisarla antes, porque su relación con el de las Tinieblas es muy estrecha ya - porque es la única chica de la habitación, y el director continúa insistiendo en que debe de escribir una canción que ponga el mundo del revés.

Tras la conversación, Haruka sale al exterior sin dejar de recordar las palabras que el chico de ojos verdes le había dedicado en el sueño... Por otra parte, ST☆RISH está llegando a dónde se encuentra Ojitos de Melón: con Ranmaru riñendo a Ren porque su coreografía ha estado descoordinada y Natsuki bastante animado tras las prácticas, no como Syo y Otoya, que están muriéndose del hambre... La conversación del grupo se ve interrumpida por culpa de una dulce voz que cada vez cobra más fuerza, sorprendiéndolos a todos, ya que entre las ramas de un árbol - aparentemente cercano - aparece la figura de cierto príncipe que es el dueño de tan bonita voz.


¡Tenía que ponerlo de cerca...!

Lo mejor que tiene Ojitos de Melón en su memoria para recordar al chico que ahora la agasaja con una canción es cuando estaba convertido en Kuppuru y lamía sus mejillas. En una escena digna de un anime de magical girls, Kuppuru - la versión gatuna - queda tumbada en un vacío negro dónde un montón de ondas verdes junto a las usuales luciérnagas que acompañan a Cecil - ¡macho, sí que ahorra en luz! - pasan sobre este hasta que recupera su forma original cual carta de Clow.

Ya le hubiera gustado a Sakura Kinomoto que alguna de sus cartas estuviera tan bien.

Creo que esta ha sido una de mis partes favoritas del capítulo, a pesar de que en ocasiones la voz de Cecil sonaba un poco más forzada de la cuenta... Imagino que sigue conservando el mismo seiyuu que en la primera temporada - cosa que me sorprende, porque Eternity Love fue para mi un orgasmo orejil - porque su voz sigue siendo la misma, pero han existido un par de ocasiones en las que tenía un tono de voz algo forzado que no me ha convencido.

De nuevo, Haruka nos ha deleitado con su conjunto de calcetines altos + zapatos de tacón, aunque lo hortera que es no ha superado el momento del final en el que Cecil se ha quedado girando en compañía de ella como si fueran muñequitos de una caja musical (me ha resultado hilarante).

Tu alma me pertenece para siempre...

Todos se han quedado estupefactos ante la repentina aparición de un nuevo cantante, y Natsuki halaga la dulce voz del chico que... ¿Se presenta frente a ellos, deslizándose entre los árboles como un Tarzán desértico? Ojitos de Melón se tropieza con la nada al ver al muchacho, y este usa ambas manos con gentileza para atraparla antes de que se parta la crisma contra el suelo como muchas deseamos: ya no es un sueño, sino que está ahí realmente, y vuelve a besar su mano para dejar constancia de ello.


Os invito a tener constancia, también, de una actitud completamente Out Of Character por parte de Masato: ¿en serio, kisama? Es un vocabulario que no corresponde en absoluto con un Yamato Nadeshiko* masculino como puede llegar a ser Hijirikawa. Syo, alarmado por la cercanía con la compositora, pregunta al resto del grupo qué es lo que hace con Nanami mientras el recién llegado le dice que ha estado esperando demasiado para tocarla, acercándose a darle un beso sobre los labios...

¡No, no lo hagas! ¡No selles el pacto, Cecil!

¿No os recuerda peligrosamente al go, go, Power Ranger del ending?


Aquí tenemos a Ren, a Otoya y a Syo sujetando al de tez morena mientras los dos rancios actúan como barrera para que no termine de sellar el contrato con el que venderá su alma se acerque a la chica. Haruka dice que le conoce, ya que se han visto algunas veces en sus sueños eróticos, y el dúo de sosos comparten una mirada en la que se preguntan el uno al otro hasta dónde llega la lujuria de qué está diciendo Ojitos de Melón... Pero antes de que ninguno de ellos pueda abrir la boca para preguntarle a la chica por qué sueña con semejantes maromos, Shining Saotome rompe el hielo con una de sus ataques de risa histérica y Natsuki se muestra más interesado en la aparición del presidente que en Haruka.

¿En qué clase de sueños, Nanami...?

Apareciendo repentinamente detrás de los tres - los chicos que saben cómo mover el culo y Ojitos de Melón - y haciendo que se lleven un susto de muerte, cuenta que su nuevo fichaje para la academia es Cecil Aijima: un verdadero príncipe, para ser más concretos de la tierra de la música (Agnapolis), y a partir de ese mismo día va a estar en el Curso Maestro como ellos.

Ey, nenas... (?)
¡Pero es que nadie podría resistirse a esa cara de...! *Desmayo*


Y adoptando una posición tan extraña como esa, el extravagante hombre que en un pasado fue hasta guapo se recuelga de la cuerda de un helicóptero, desapareciendo en la inmensidad del cielo azul.

De nuevo hacemos un pequeño salto en el tiempo, dónde el grupo habitual junto al recién llegado y su reencarnación de Satanás particular compositora le dan la bienvenida a Cecil; Natsuki está de lo más motivado por el hecho de tener a un nuevo compañero con el que jugar - ¡ya verás cuando le salgan orejitas, te lo vas a comer! - y le ha servido galletas caseras, pero ni si quiera Otoya parece aceptarlo a pesar de que es mucho más amigable que el violinista.


Cuando intenta presentarse, el rubio se ve interrumpido por el de tez morena, quién dice no solo su nombre completo sino que también hace mención a sus aficiones: todos se sorprenden, y el chico responde que puede saberlo con solo mirarlo a los ojos... Lo cual me aterra, ya que a la enviada del Averno la ha mirado más de una vez.

¿Qué clase de inimaginables horrores habrás visto, mi niño...?

También parece percatarse del carácter de las personas, diciendo pues que Natsuki tiene un corazón cálido y amable con la capacidad de curar los corazones de quienes lo rodean a pesar de la oscuridad que alberga, la cual desaparecerá algún día.


Otoya se muestra interesado en la habilidad que tiene el nuevo integrante del curso maestro, y como había hecho anteriormente, le dice al pelirrojo que él atesora las sonrisas de los demás por encima de todo y que sus canciones continuarán evolucionando.

Syo ataca al otro muchacho diciendo que sus palabras son inventadas, pero el de ojos verdes no se inmuta y comenta - con mucha mala leche - que a pesar de tener un cuerpo pequeño puede ser muy atlético provocando que el rubio salta del sofá gritándole que no lo llame de esa manera: su atractivo principal - según Cecil - reside en que tiene una apariencia adorable pero una personalidad varonil, y que su carácter violento puede llegar a causar conflictos.

¿Dónde le ves tú a esto masculinidad, mi vida...? Tus poderes de bruja Lola están decayendo.


Los siguientes sometidos a votación son Masato - que vuelve a hacer uso del kisama - y Tokiya; el primero es una persona calmada que oculta muchos sentimientos por Ren dentro de sí mismo, los cuales están a punto de explotar, y el segundo refleja su alma dentro de las canciones.

Ren se burla un poco del recién llegado porque parece un adivino, pero justo con la mención de su nombre se niega a que el chico continúe hablando. Masato, quién parece tener interés en lo que sucederá, silencia al mayor para dejar que Cecil finalice diciéndole al Jinguji que pronto las cadenas que atan a su corazón desaparecerán para dejarle sentir alegría verdadera.

¿¡Es que acaso no quieres saber si nos casaremos, Ren-nii!?

Aunque el príncipe ha acertado en todo lo que ha dicho, Kurusu continúa insistiendo en que no deben de creerlo: imagino que le guarda aún rencor por haberle acusado de estar por debajo de la media en estatura... Finalmente, Ojitos de Melón confiesa que no fue suya la idea de unirlos a todos bajo el nombre de ST☆RISH, sino que fue el recién llegado quién la inspiró para ello.

Entonces, ¿alguien puede explicarme exactamente la función que tiene Haruka en esta serie? Aparte de ser la tapadera para un montón de homosexuales que aún no se atreven a confesar su inclinación sexual, porque como compositora tampoco es que haga demasiado... De nuevo la ignoran, comenzando a preguntarle al chico - que bebe té - cuales son sus pretensiones en ese curso, pero Cecil no tiene ninguna intención de convertirse en idol: solo quiere estar con Ojitos de Melón, que ya hay que tener ganas para aceptar pasar tiempo con semejante pava sin personalidad.

Y ahora comenzaré a hacer referencias al videojuego para que empecéis a entender un poco a lo que se refiere Cecil; al parecer, durante la ruta de nuestro encantador príncipe maldito, se descubre que Ojitos de Melón no solo carece de pupilas sino que también es la reencarnación de Muse. Como muchos de vosotros sabréis, Muse es la diosa a la que se honra en el país de Agnapolis, y la familia real se ha encargado durante generaciones de servirla: ahora es el turno de este chiquillo...

...Cockblock a la ST☆RISH, otra vez.

Dispuestos a entrar de nuevo en una discursión con el recién llegado, para darle los motivos por los cuales tiene que huir antes de que la compositora acabe por atrapar del todo su alma, el grupo se ve sorprendido por una extraña voz que les regaña por estar hablando del amor de una forma tan despreocupada.

Por el hueco de las escaleras entra una ráfaga de viento helado que asusta a los chicos, y... Empieza el show.


Debutando como la Reina del Hielo...


¡Camus!


Conde del Palacio de la Seda en la ciudad Permafrost.

En su tiempo libre, como comprobaremos en unos breves instantes, también gusta de actividades como el patinaje sobre hielo o la gimnasia ritmica.


Y aquí tenemos al participante que representará a Permafrost ejecutando a la perfección el salto del ángel, ¡qué buena colocación! ¡Esperemos que cuando se parta la cabeza contra el suelo no salpique demasiado, porque eso estropearía el ejercicio!



He optado por utilizar gif en vez de imagenes porque me iba a ser bastante complicado el captar la grandiosidad de Camus en frames: ¿no tenéis la sensación de que le ha arrancado todas las plumas a los cisnes del lago? Porque yo me he planteado seriamente el denunciarlo a protección animal, incluso, ya que la pluma que tiene encima no le ha podido venir de serie.


Sassy Syo is sassy.

Aunque lo cierto es que no solo Syo se está preguntando qué diablos pasa entre la realeza; porque cantarán estupendamente bien, pero hasta ahora ninguno de ellos ha demostrado tener la cabeza bien amueblada, ¿eh? Definitivamente, no, ya que Camus no tarda en advertirle que vigile su lengua.

Can you feel the love tonight? ~

El conde se presenta al recién llegado príncipe como su nuevo novio senpai, ya que todos los demás tienen uno: esto despierta la admiración de Otoya y los otros componentes del grupo, quienes tienen que compartir a Reiji, Ranmaru y Ai (a pesar de que estoy segura de que cierto dúo de niños ricos regalaría a su asignado con lazo y todo xD).

Pero lo que no sabía Camus es que su kouhai ha elegido tener una personalidad de retrasado mental en el anime, y le dice que no tiene interés ni en convertirse en idol ni en tener a alguien que lo enseñe: por supuesto, la Reina del Hielo no tarda en echarle la bronca al chico, refiriéndose a la relación entre alumno y profesor que mantendrán ambos como absoluta.



¿Absoluta, Camus?

¿Absoluta?

¡...Chan, chan, chaaaaaaaaaaaan!

Después de mi momento de hacer relaciones extrañas que me dejan como la obsesionada que soy, Cecil vuelve a demostrar que es ridículamente engreído: se niega a aceptar la tutoría de Camus porque - what? - dice que es capaz de cantar mucho mejor que los miembos de ST☆RISH incluso.

Para que la mirada del basilisco no te mate, has de mirar sus ojos a través de un reflejo.

¡Y aquí hago yo acto de aparición para explicaros que Cecil nunca ha dicho que sea mejor cantante que cualquier otro! Aunque sí que es cierto que el chico de ojos verdes tiene una facilidad mucho mayor que los demás componentes de ST☆RISH y - en general - cualquiera a la hora de cantar: viene de Agnapolis, país de la música, dónde alaban a sus dioses - o mejor dicho, diosa - mediante canciones.

A Camus el hecho de que una musa - o un gato, o una maldición, o la misma Ojitos de Melón - le sonría al príncipe le viene dando igual, porque si no tiene las nociones básicas para poder convertirse en un idol ni si quiera va a ser capaz de cantar. A la orden de vamos fuera por parte del hombre de las nieves, encontrándose sobre el césped las tarjetas que anteriormente confeccionado Ringo y el presidente.


Todos se muestran sorprendidos porque, ¿quién no lo estaría teniendo en cuenta que acaban de llenar el jardín - aunque más bien es campo - de tarjetas gigantescas con hiraganas? Básicamente la competición consta de recoger la tarjeta con el caracter adecuado, compitiendo así los miembros de ST☆RISH contra Cecil, bajo la atenta mirada de Camus y el resto de Quarter☆Night, además de Haruka, que es la que leerá las tarjetas para que los chicos hagan su respectivo trabajo.

Según la opinión de Camus, aún son demasiado inexpertos para competir cantando.


¡Empieza el show! Otra vez...

Pero - a pesar de ser extranjero, y por ende, no tener ni la más mínima idea de japonés aunque lo hable y comprenda - el chico de Agnapolis es mucho mejor que los tres miembros de ST*RISH - Otoya, Natsuki y Syo, los únicos a los cuales vemos correr a pesar de que Tokiya se pasee después con cara de cansancio - que están dando el espinazo para conseguir algo que... Realmente, ¿qué es lo que pretenden ganar con esta competición?


Aparte de rellenar el capítulo, por supuesto.

¡Te elijo a ti, Pokémon!

Pero parece ser que, a pesar de las dificultades que tiene el chico de ojos verdes por ser de otro país, se maneja lo suficientemente bien como para llevar la delantera (o, al menos, eso es lo que señala un impresionado Reiji mientras ve el espectáculo que están dando los siete).


...Por supuesto, no todo podía ir tan bien para el príncipe de Agnapolis y Masato se percata de qué es lo que falla: el hiragana de Cecil es aparentemente perfecto, porque realmente el pobre chiquillo se ha equivocado a la hora de coger las diferentes cartas, confundiendo el símbolo de  (i) con el de こ (ko), し (shi) con el de つ (tsu) y さ (chi) con  (sa). Como podéis ver, todos los símbolos que ha confundido Cecil son bastante parecidos unos a otros, ¡pero siendo un maestro en caligrafía como lo es Masato, no sé por qué el muy payaso no ha ido a recoger los caracteres que correspondían!

Syo no tiene mejor cosa que hacer que gritarle al pobre Cecil, el cual se echa a llorar diciendo que estaba muy confiado en su japonés, ¡pero se recupera rápidamente! Porque no todo está perdido y aún tiene la oportunidad de acertar: todos los chicos echan a correr desesperadamente buscando う (u), que está encima de un árbol, y Syo supera el miedo espectacular que parecía tenerle a las alturas en la primera temporada para que Cecil no termine de desatar el hilito que mantiene suspendida la cartulina.

Por el movimiento que hace la rama al sostener el peso del rubio, el castaño pierde el equilibrio de una espantosa manera: y aunque cae a un charco de agua - que, por supuesto, le aterra - poco profunda, cree que se está ahogando y la lía parda... Coronan el miedo de Cecil con un pececito, yo esperaba que se comportara como un gatito e intentara comérselo, pero se vuelve a asustar porque - según los datos de Ai - le da mucho miedo aquello que sea ajeno al desierto.

Camus añade que todo lo de antes ha sido simplemente hablar, y mientras cae el sol tras el tejado del edificio que - supongo - son los dormitorios, los chicos vuelven a esa especie de residencia en la que tienen que convivir.

Una vez entra a la sala de estar en la que anteriormente se encontraban discutiendo, ven a Cecil dormido sobre uno de los sofás mientras dice en sueño cosas sin mucha lógica.

Camus llega tras ellos con su varita mágica en mano - recordándome peligrosamente a Lucius Malfoy, por razones - y llama al joven para que se despierte de una vez; este no solo le acusa de ruidoso, sino que dice que no le haga reír diciendo que es un conde cuando es al revés: ¡es el rubio quién pica al menor, comentándole que no es un príncipe ni mucho menos!

¿¡Que no soy la protagonista del Lago de los Cisneeeees!?

Después de su tremendo enfado tras el rechazo que ha sufrido con su kouhai, el conde acaba por tomarle de la parte posterior de la camiseta mientras lo arrastra para llevarlo con él diciendo que le meterá en esa cabeza - sí, ya... - suya todo lo que tiene que aprender, ¡vamos, que va a meterlo en vereda!

(Y meterle la vereda...)

Y tras un nuevo cambio de escena dónde podemos ver a Ojitos de Melón escribiendo una carta - imagino que a su pobre abuela, con la cual ya no puede comunicarse mentalmente porque ha cortado las líneas para que la puta niña deje de dar la brasa - cuando es sorprendida por un par de golpes en la ventana.

Yo soy cani, cani, cani...
¿¡Dónde me vas con ese chandal, muchacho!?

El príncipe de los canis le comenta a la compositora que - de ahora en adelante - va a obedecer a Camus porque cada vez que lo hace puede obtener mucho placer ha perdido el concurso de las tarjetas con los símbolos de hiragana, y que le ha permitido ver un lado vergonzoso de sí mismo que a Haruka no le ha resultado así... Ella comenta que por qué no está interesado en cantar como un idol, ¡y por fin, el muy gilipollas, explica lo que tenía que haber dicho desde el primer momento! Que cantar para él es como respirar, lo cual es bastante diferente de ser un idol.

Dicho esto, finaliza el capítulo.

¡Nos vemos en el próximo! <3





Notas

Yamato Nadeshiko: es la personificación de una mujer ideal japonesa (piel blanca, bonita, educada y elegante); como podréis daros cuenta en esta definición, no correspondería una palabra como kisama - que viene a ser un tú en tono de desprecio, como me ha explicado amablemente Demicchi-sensei - para alguien que puede clasificarse así xD

2 comentarios:

  1. A mí también me gusta mucho Cecil y también me decepcionó el cambio que le hicieron, aún así no deja de ser mi preferido... en fin. Me encantó tu post, no podía dejar de reír cuando hablas de Camus (de hecho en todo)pero más en esa parte, yo también pensé que se llevó a meterle a Cecil algo más que sentido común. ¿Por qué tan tapadito con ese chándal, es acaso que hay algo en tu cuerpesito que ocultar?
    Escribes genial.
    Sólo espero que no te decepcione demasiado la serie para que sigas haciendo reseñas de Utapri tan divertidas cono ésta, que yo con mucho gusto las leeré.

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    1. ¡Muchas gracias por escribir un comentario!

      Me ha hecho un montón de ilusión recibir uno y saber que a alguien le está gustando lo que hago :3 hay gente que me lee, pero los perezosos (o tímidos) no se dignan a pasarse por aquí (?)

      Cecil resultó un poco decepcionante en ese sentido, pero tampoco deja de ser mi favorito ni dejo de emparejarlo con Camus. Imagino que han querido tomar la actitud de los primeros videojuegos - un poco engreído, pero tampoco TANTO como en el anime - para ir cambiándola o algo.

      No creo que ese cuerpecito tenga nada que ocultar u////u...

      Muchísimas gracias, Shao <3 ¡espero que vuelvas a comentar en los siguientes capítulos! Yo creo que no lo dejaré por el momento xD

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