lunes, 21 de enero de 2013

[SinJa] ~ Sin título.


Advertencias: Penes con penes.

No, ahora en serio, ¿quién necesita advertencias si ha visto el manga de Magi? Está claro que se aman con locura, pero que la gente no es capaz de verlo (?)


★  ★  ★  ★  ★  ★  ★ ☆ 


Primero, fue un suspiro del que apenas se percató.

El albino incluso dudaba de haberse podido enterar de tal hecho si no fuera porque estaba mojando la pluma en el tintero para poder continuar con su tarea cuando vio los labios de Sinbad torcerse en una delicada mueca para después expulsar el aire restante de sus pulmones, con un sonido imperceptible... Pensó que, quizás, podría permitirle salir a beber con los demás generales esa misma noche, y algo más animado por una razón que desconocía, continuó con la labor de rellenar un importante documento que tenía que ser enviado sin falta a uno de los países aliados de Sindria.

Un par de horas más tarde, Ja'far estaba claramente convencido de que su rey pretendía alzar el vuelo encadenando un resoplido con otro para poder huir del trabajo restante, mientras su paciencia era pisoteada por el constante golpeteo del pie del monarca contra el suelo.

- Sin - llamó, en un vano intento por atraer su atención.

Pero fue ignorado olímpicamente por el de cabello largo, una acción que sumada al insufrible martilleo de aquel pie repiqueteando contra el mármol, había hecho estragos en la apacible expresión serena llena de pecas que solía lucir el de ojos verdes: lo que hacía unas horas eran un par de cejas plateadas levemente arqueadas a causa de la concentración, ahora se habían torcido hasta tal punto que habían acabado por fundirse en una sola, ¡estaba volviéndose loco!

El fastidio que le provocaba el ser ignorado se debía, mayoritariamente, a que el de ojos dorados estaría haciendo caso omiso también a esos documentos que le quedaban por rellenar... Ja'far acabó por canalizar toda esa frustración en un súbito golpe contra la mesa de madera, cosa que le hizo ganar una mirada sorprendida por parte del conquistador de celdas y que uno de los pergaminos decidiera suicidarse por el borde de la superficie hasta el suelo, desenrrollándose casi por completo a lo largo de la sala.

Fue su turno para suspirar, exasperado.

- ¿Estás contento?

El pecoso flexionó sus rodillas hasta que consiguió alcanzar el pedazo de papel que acababa de quedar a la merced de cualquiera que estuviera paseando por allí, y comenzó a envolverlo sobre sí mismo antes de que se rompiera y tuviera que comenzar todo aquel arduo trabajo que le había llevado horas desde cero... Era una suerte que ambos estuvieran solos en la Torre, porque así los pies de los asistentes no podrían dejar la huella de su calzado impresa sobre el rollo de pergamino.

- Mira lo que has conseguido - acusó por segunda vez, continuando la tarea.
- Creo que alguien se ha levantado de mal humor - bromeó Sinbad, sin perder su radiante sonrisa, que creció cuando la respuesta del albino fue una mirada reprobatoria - Oye, no he sido yo el que ha agredido a la mesa.

El de ojos dorados llevaba toda la razón con la afirmación que acababa de hacer, y Ja'far solo pudo morderse el labio inferior con algo de rabia mientras un fuerte suspiro emanaba de sus labios entreabiertos... Había terminado de recoger el estropicio ocasionado por su brote de ira anterior, y su rey había abandonado el estado de meditación con el que pretendía elevarse lejos del trabajo, así que se podía decir que el objetivo estaba cumplido.

- Vamos, ¡relájate! - ofreció extendiendo una de sus manos, y al ver que no la tomaba, rió - Siéntate aquí.

Las fuertes manos de Sinbad se apoyaron sobre sus propios muslos, dando un par de palmaditas en su propio regazo para animar a su consejero a que tomara lugar justo encima de él... Usando una de las amplias mangas de la túnica que vestía, el invitado a sentarse en el regazo del rey de Sindria trató de mantener su sonrojo oculto a los ojos del monarca.

- Deja de bromear.
- No estoy bromeando - replicó con un tono que rozaba lo suplicante, luego apeló al chantaje - Cuando eras pequeño, te encantaba.

Ese chantaje apenas hizo efecto en el chico de piel blanca como la leche, que sin ningún tipo de intención de sentarse dónde el conquistador de celdas le había pedido que lo hiciera, avanzó un par de tranquilos pasos para quedar algo más cerca del de cabello morado. En parte tenía razón; cuando el albino todavía no era más que un pequeño niño desconfiado, Sinbad disfrutaba tomándolo de la cintura y alzándolo en brazos innumerables veces... Ja'far adoraba sus abrazos, sobre todo cuando dormían juntos en pleno invierno, pero no podía decirse que buscara aquel contacto.

Este simplemente se daba, de forma natural, como si cualquier otra acción fuera incorrecta.

- Ahora, ni soy pequeño, ni eres un adolescente - declaró con el tono más sereno que pudo - Recuerda que...
- ...Eres rey - completó la frase, dejando al de ojos verdes algo sorprendido - ¿Puedes darle al Rey un descanso? De cinco minutos, luego te prometo que acabaré con todo este papeleo.

Seguía sin el propósito de tomar asiento sobre el regazo del más alto, pero justo en el momento en el que iba a recurrir al innegable hecho de que Sinbad no había hecho nada en todo el día, se vió rodeado por un par de fuertes brazos que conocía a la perfección y el frío metal de uno de los collares que lucía Sinbad en el cuello, acariciándole la mejilla con suavidad.

Serán cinco minutos... Susurró interiormente, sabía que no tenía escapatoria, y al menos ya no estaba tan tenso.


- Si no hubieras pasado toda la tarde holgazaneando y suspirando, podrías estar descansando.
- Oh - hizo un gesto tan gracioso con los labios, que a Ja'far le costó contener la risa - ¿De verdad creías que estaba holgazaneando?


No solía agradarle - como a cualquier persona - que le tomaran por estúpido, pero el asesino encogió sus hombros levemente para restarle importancia al tema, ¿qué otra cosa podía estar haciendo Sinbad, aparte de pensar en los exóticos pájaros que poblaban el cielo de Sindria, antes de prestarle atención a la alianza comercial que tenían entre manos?

Con delicadeza, Sinbad le tomó suave del mentón para poder alzarle el rostro. Había hecho ese gesto tantas veces, que tenía la sensación de que podía decir el número exacto de pecas que tenía su asesor en las - ahora - sonrojadas mejillas...

- Era lo que parecía - dijo el más bajo, tratado de luchar contra la vergüenza - ¿O estabas perdido en tus recuerdos de cuando todavía eras joven?

Había sido un inútil intento de buscarle las cosquillas, pero no surtió el efecto que esperaba, y la sonrisa del hombre se convirtió en una mueca fingida de dolor que acabó en una carcajada.

- Eso ha dolido - replicó sin perder el entusiasmo - Pero estaba pensando en lo tremendamente difícil que me resulta trabajar contigo.
- ¿Por qué?

No había tardado en ofenderse por aquel comentario, ¿cómo que era difícil trabajar con él? El albino no era un hombre que se tuviera en demasiada alta estima, pero sí era consciente del trabajo que realizaba desde que despertaba con los primeros rayos del sol matutino hasta que se iba a la cama a altas horas de la noche... ¡Y ahora, el - vago, alcohólico, mujeriego e irresponsable - rey se dedicaba a decir que era difícil trabajar con él!

Casi no podía creer aquellas palabras, y por eso abrió la boca para replicar... En el lugar que deberían haber ocupado las palabras, se encontraba una lengua caliente ya muy conocida que se deslizaba al interior de su boca, entrelazándose con la propia en un movimiento lento que - casi - le hizo suspirar. Fue un beso pausado, un beso pasional pero en ningún momento violento, que le robó el aliento.

- Porque es muy difícil trabajar contigo sin querer besarte... ¿Sabes? De vez en cuando no estaría mal regresar a esos viejos tiempos.

Por una vez, no pudo estar más de acuerdo.






★  ★  ★  ★  ★  ★  ★ ☆ 


Increíblemente atrasado feliz cumpleaños, Kukki, ¡siento mucho la tardanza! Pero ya sabes que más que por vagueza, ha sido por una serie de problemas técnicos que me he encontrado por el camino... De todas maneras sé que no es una obra de arte ni mucho menos, sobre todo comparado con lo que tú escribes, así que si no te gusta tienes derecho a pedirme cuantos quieras.

Y si te gusta, ¡pues también!

¿Qué decirte que no te haya dicho ya...? A mi esto de hablar me resulta un poco complicado, no soy buena con las felicitaciones y lo cierto es que aún no nos conocemos demasiado, ¡pero yo me alegro muchísimo de poder haber tenido la suerte de conocerte, y espero que el año que viene pueda escribirte algo mucho más extenso! Sé que eres una maravillosa persona, me lo has demostrado ayudándome a pesar de no conocerme en absoluto, y eso siempre dice mucho de las personas.

Además, compartimos los mismos headcanons... Y eres una magnífica Sin, ¡ya me dirás qué más puedo pedir! (?)

Bromas aparte, muchas felicidades para ti, preciosa, porque te mereces que no solo el día de tu cumpleaños, sino todos los demás días de tu vida, sean maravillosos.



1 comentario:

  1. Super Sensational Shiro ©22 de enero de 2013, 4:46

    ¡Ha sido un buen trabajo, cielo! Muy bueno si tenemos en cuenta que has tenido obras en tu casa y asi no hay manera de concentrarse, pero bueno, cambiaria el apresurado final: lo importante es que quien reciba tu regalo guste de el, ¿verdad? Y seguro que solo con la intencion le vale.

    No son palabras condescendientes, que se lo que estas pensando >=( me gusta mucho como escribes y eso no cambia que crea que haya sido un trabajo bueno, pero conozco tus capacidades.

    El dibujo me ha encantado, y aunque parezca un idiota, me gusta sobre todo el colgantito que lleva Sinbad en el pecho XD


    Se te quiere, pequeña <3

    S. S. S.

    ResponderEliminar