¡Sí, estoy de vuelta con el capítulo diez de Magi, aunque sea una semana más tarde! Aparte de que, evidentemente tengo muchas más cosas que hacer, estaba esperando con mucha emoción el domingo para poder ver el capítulo y no encontrarlo en Jk Anime, que es dónde estoy empezando a ver las series porque ahí las encuentro todas.
Imagino que este domingo volverán a darme el disgusto de tener que vérmelo en inglés - gracias a Mitsuko por proveerme de un link para poder ver el capítulo antes <3 - y yo no podré comentarlo en condiciones hasta la próxima madrugada en la que no tenga nada mejor que hacer que esto.
Sin más explicaciones,
let's go!
Con el leve trinar del rukh como banda sonora, Judal pasa frente a Morgiana y a Aladdin, haciendo que este último se percate de que hay algo extraño con el joven - no solo esa sensual (y exagerada) sombra de ojos xD - mientras que la flauta en la que está Ugo-kun comienza a brillar de un modo misterioso, haciendo que por primera vez veamos lo atractivo que es en realidad el genio.
Me parece completamente adorable la expresión medio adormilada... ~
Entonces comienza el opening, así que aprovecho para poneros un poco en situación: tras haber conseguido unirse a la Tropa de la Niebla con el consecuente disgusto para Ja'far, el rey de Sindria acompaña a su líder para parlamentar con el rey actual de Baldad, que parece no tener ningún interés en hacer caso al sufrimiento que está viviendo la gente en las calles...
Con esta situación, mientras un alterado Alibaba es retenido por un par de soldados, entra en escena el siguiente personaje polémico de la historia. El rey advierte de que Sinbad ha ido a visitarle, haciendo que el rubio monte en cólera porque realmente quién estaba teniendo la audición con él era Alibaba, pero finalmente es frenado por una mirada de advertencia de Sinbad.
El extraño hombre que podéis ver en la segunda imagen es el nuevo visitante del palacio de Baldad, que lleva una especie de cortinita frente al rostro para cubrirlo de lo feo que es.
Como podéis comprobar en esta imagen, no es solo una coña aquello de que el hombre es especialmente... Desagradable a la vista, además de que me da la extraña impresión de que está ciego de un ojo o medio deforme del otro (o las dos cosas a la vez). Se presenta como un banquero que responde al nombre de Markkio, y ante las atónitas miradas de los dos "dialogantes" de la Tropa de la Niebla, les informa de que es el nuevo consejero financiero de Baldad.
Tras tenderle su mano a Sinbad, quién la recibe presentándose como el rey de Sindria, ambos cumplen con las reglas básicas de educación cuando conoces a una persona nueva comentando de que están encantados de conocerse el uno al otro (más Markkio que Sinbad...) y este último pregunta que si se habían visto anteriormente, algo que niega el banquero de un modo sospechoso.
Creo que hasta Alibaba alucina con el valor de Sinbad para darle la mano a ese esperpento.
Y cuando Sinbad pensaba que lo tenía todo bajo control, con su usual tono quejumbroso hace aparición cierto chico de pantalones negros bastante anchos que no parece demasiado feliz con el hecho de que la plebe se esté aglomerando en los alrededores del castillo. Frente a la sorpresa de Sinbad y con una risa irónica que personalmente me encantó, Judal hace acto de aparición saludando al rey de Sindria con un "¡pero si es Su Tonteza!" que me hizo reírme como una idiota la primera vez que lo escuché, así que de repente nos encontramos a un Judal exageradamente feliz que corre al encuentro de Sinbad como si fueran amigos que no se han visto en años. Más serio que de costumbre, este le pregunta los motivos que le llevan a estar por esos lares, y con una radiante sonrisa junto a un golpe en su pecho, explica que es el sacerdote del Imperio Kou.
Aquí me recuerda especialmente a cierto gatito ~
Rápidamente Sinbad relaciona la llegada del magi con Markkio, ya que ambos parecen conocerse del Imperio de Kou, pero sus pensamientos se ven interrumpidos por la voz de pito del rey de Baldad que le comenta que es hora de marcharse de una vez de palacio, ante lo que no están de acuerdo ninguno de los dos - Sinbad más calmo, Alibaba aún siendo retenido por los guardias - porque creen que la conversación aún no ha sido finalizada. Como podéis recordar de capítulos anteriores, uno de los motivos de Sinbad para visitar Baldad es que quiere reestablecer las alianzas comerciales, y por eso Abhmad aprovecha para comentarle de paso que no puede hacer nada frente a ese problema porque el comercio de su ciudad se encuentra bajo el control de Kou.
(Aquí me gustaría hacer un pequeño inciso para decir que el manga me sorprendió gratamente con este arco argumental, ya que se meten de una manera tal en política que te dan una buena clase de cómo se deben y no se deben hacer las cosas. Espero que en el anime respeten eso al máximo posible, aunque como siempre os sigo pidiendo que os leáis el manga :3)
Obviamente el que el Imperio Kou domine el comercio de Baldad significa que están bajo su poder, pero es algo que el rey de la segunda ciudad niega, diciendo que el banquero lo único que pretende es ayudar a revivir la economía, a lo que Markkio explica que lo único que pretende es llegar a intermediar pacíficamente entre los países.
A lo mejor se nota que es una mentira, pero de todas maneras Markkio trata de probar suerte para tratar de hacerse con los asuntos económicos de Sindria... Antes de que el rey tenga tiempo para responder, Alibaba sufre un ataque de histeria otra vez y comienza a reclamarle a Abhmad que tiene que finalizar su conversación con él porque la gente de su país está sufriendo, y un rey es el que debe de poner fin a esa situación. Ignorado de nuevo con un fuerte bostezo, Alibaba le grita que la gente de los barrios pobres no es diferente a él, y de nuevo Sinbad interfiere para que el rubio no acabe matando a alguien.
Tras un desgarrador grito de Alibaba, la escena cambia a un precioso cielo nocturno con una brillante luna llena despuntando en lo más alto del firmamento que nos calma un poco a pesar de que somos conscientes de que las negociaciones con el rey han ido definitivamente mal... Podemos ver algunas pequeñas escenas de los barrios bajos dónde la gente hace corrillos entre cuchicheos, expectantes por conocer el resultado del que nosotros ya somos conscientes, y con la cabeza baja frente a sus amigos, Alibaba parece el más abatido de todos.
Ambos se muestran preocupados por él, y aunque finalmente la charla pareció no servir para absolutamente nada, Aladdin muestra una amplia sonrisa mientras inquiere que si puede escuchar como la gente de la calle pide por una respuesta, haciéndole sentir algo mejor ya que mucha gente acabó movilizándose por su decisión. Mor aporta su granito de arena haciendo que ambos chicos vuelvan a tener los pies en la tierra, ya que no sería una buena idea el ocultarle a la Tropa de la Niebla o al resto de personas que las negociaciones fracasaron, consiguiendo que el rubio se sienta peor por lo sucedido...
Tras un par de golpecitos en la puerta y el rechinar de esta, abriéndose...
...para dar paso a Ja'far, en compañía de un Masrur que ahí parece el primo fanalis de Slenderman de lo altísimo que se ve, que amablemente le pide a Alibaba que le acompañe porque Sin está a punto de anunciar el resultado de las negociaciones.
Sinbad en la roca del Rey (?)
Subido en una enorme roca como podemos ver, y con una expresión más seria de la usual que le caracteriza, el rey de Sindria espera por el menor y Ja'far no tarda en alentarlo con un pequeño empujoncito para que llegue hasta dónde está Sin como líder que es de la Tropa de la Niebla y de todos aquellos ciudadanos de los barrios pobres que están a la espera de que sus vidas mejoren.
(Sobra decir que me encanta como Ja'far arrastra a Alibaba a que suba junto a Sin, me parto de la risa el control que tiene este hombre sobre la gente de la realeza xD)
Tendiéndole una mano con una sonrisa conciliadora al menor, Sin acaba por comunicar que no funcionaron las negociaciones y que todos sus pedidos fueron ignorados, provocando que la gente se suma en el pánico mientras el rubio intenta aguantar las ganas de estallar en lágrimas... Ciertamente me apena ver a Alibaba así, pero también te hace recordar esas ocasiones en las que intentas de todas las formas posibles solucionar tus problemas y nunca acaban saliendo bien por más que te esfuerces.
Sinbad no deja que el ánimo de los ciudadanos decaiga más, dándoles a todos un pequeño discurso en el que demuestra que no solo es un retrasado mental que va paseándose con una hojita tapándole sus partes pudendas, sino que también tiene madera de rey y que se ha ganado esa posición... Consiguiendo que todos se sientan algo mejor mientras Alibaba alucina bastante con lo que ha conseguido, comunica que prestará su propia fuerza para derrotar a aquel que trate de atacarlos, y si se ven perseguidos, les dará la bienvenida a la próspera Sindria.
He escogido esta imagen porque creo que transmite bastante bien la calidez que Sinbad le demuestra a todas las personas por las que pelea, creo que es una de las cosas que más me gustan de este personaje... Aunque muchos acabaréis viendo lo tremendamente complejo que puede llegar a ser, a pesar de toda esa bondad que regala sin importarle la posición social y solo queriendo prestar su mano a quienes tienen problemas de verdad.
Las alabanzas hacia Sinbad hacen mella en Alibaba, que baja la mirada un poco decepcionado consigo mismo mientras que Aladdin trata de consolarle, pero ni si quiera llega a decirle una sola palabra de aliento a su amigo porque la flauta de Ugo-kun comienza a brillar de nuevo, alertándolos de la presencia de un invitado no demasiado deseado por Sinbad.
Judal no tarda en bajar de su alfombra voladora con un elegante salto mientras inquiere qué hace Su Tonteza en un lugar como ese, a lo que este responde que si está en los barrios pobres por órdenes de Ahbmad o por el Imperio Kou, pero el moreno niega ese par de afirmaciones restándole importancia y mostrando aún menos interés por la economía de Baldad porque lo único que quiere es...
Nos ha salido belicoso el niño, ¿eh? Para él, el Imperio Kou es bastante fuerte porque tiene toneladas de soldados y cinco conquistadores de celdas entre sus filas, pero aunque suene tan aterrador como impresionante, Judal quiere unirse a Sinbad para conquistar el mundo en su compañía. Mientras lloriquea un poco al rey de Sindria para ganarse su favor, Aladdin le pregunta a Ja'far quién es ese extraño tipo que ha aparecido, y este amablemente - pero evidentemente cabreado con la presencia de Ju, como buen novio ministro - dice que tienen un pasado en común con Judal, además de ser un magi como el pequeño Aladdin.
No se sabe qué le responde Sinbad, pero justo cuando se quejaba de la respuesta de este con otra risotada, la expresión del de ojos rojos se llena de seriedad a la par que gira hacia el lugar dónde están el peliazul y Alibaba, comentando que el rukh que rodea al pequeño es extraño.
Sinbad se ve forzado a confesar la verdadera naturaleza de Aladdin como magi, provocando que el Oráculo del Imperio de Kou de un fuerte grito de sorpresa y pregunte si un pequeño - en el sentido más despectivo de la palabra - como él es un magi, esperando que alguien le niege la broma de mal gusto...
Él dice que los magi son seres completamente asombrosos, y aunque Aladdin parece no enterarse de qué va el tema, a mi me hace reír un poco el que se empiece a comportar de un modo tan histérico solo porque el chiquillo está más perdido que el barco del arroz. Sinbad pone fin a la discusión con la frase que podéis leer arriba, y con una sonrisa aterradora parece aceptarle como un igual, tendiéndole su mano a la par que le llama "compañero" con una sonrisa que parece ser bastante relajada. Inocente de él, y aunque bastante receloso los primeros milisegundos, el menor trata de corresponder al gesto con su propia mano hasta que se encuentra el puño de Judal incrustado en un ojo.
Todos se quedan a cuadros ante la reacción que ha tenido el recién llegado, y Aladdin se tambalea sin fuerzas frente al magi mientras sus dos amigos se apresuran a llegar a su lado para sujetarlo. A Judal parece traérsela al fresco porque sonríe volviendo su atención a Sin, preguntándole si planea unirse a él, y este dice que el encuentro que tuvieron fue por casualidad así que nada que ver tienen con los generales o el mismo reino de Sindria.
Más tranquilo con esa información, Judal le comenta - llamándole chibi, algo que me hace un montón de gracia - que debería traer consigo a su candidato a rey, pero de nuevo el niño no tiene ni la más mínima idea de lo que está comentando así que Judal tiene un momento un poco niña del exorcista, alzando la cabeza con los ojos rojos para rastrear quién es el elegido por Aladdin, encontrándose con Alibaba. Estalla en risas, claro, comentando lo patético que estaba gritándole a Ahbmad a pesar de que este ni si quiera se dignara a escucharle, y el pequeño peliazul no tarda en salir a su defensa gritándole que no es un inútil.
Claro, a Judal ahí se le corta todo el rollo.
Para Aladdin, su amigo es una persona muy valiente, pero Judal no concuerda con él que el rubio sea alguien tan genial y por ello extrae de la especie de fular blanco que trae a los hombros una varita. Le basta con acercarla a Alibaba para que salga disparado hacia atrás con una pequeña explosión, y girando su varita como si fuera un vaquero del oeste, dice que Sinbad se ha unido a una persona muy aburrida, aunque su atención pronto se fija en el pequeño Aladdin, que está reuniendo rukh gracias al bastón de la abuelita.
Eso le hace sonreír como un verdadero psicópata, algo que parece ser una característica especial de este personaje, y Aladdin demuestra su determinación interior a que debe detenerlo sin importar lo que pase. Girando de nuevo su varita, Judal parece estar encantado de pelear, y aunque Aladdin rápidamente le corta diciendo que no quiere luchar, le hace saber que no dudará en mostrarle su hostilidad más absoluta si se le ocurre hacer algo más.
Inútilmente, Sinbad intenta mediar, pero rápidamente el magi del Imperio de Kou acalla al rey de Sindria: un simple humano no tiene derecho a interferir en una pelea entre magis. Además de que no dispone de sus recipientes de metal, por lo que el detenerle únicamente sería un sueño para el conquistador de celdas, quién pronuncia con frustración el nombre de su mastodonte pelirrojo.
Como ya vimos en el capítulo anterior, Masrur tiene la velocidad supersónica del correcaminos y se echa contra el magi, que crea una barrera protectora a su alrededor para evitar la tremenda patada que le iba a caer encima.
Como no tiene sus recipientes metálicos consigo, Masrur tampoco puede hacer uso de su recipiente doméstico para poder hacerle frente al chico de la trenza, y con una risita este último acaba por retar a Aladdin a un enfrentamiento de lanzar magoi.
Judal comienza a acumular el magoi alrededor de su varita, soltando miles de proyectiles al aire que atacan a las personas que están más cerca, y Aladdin crea una barrera para evitar algunos de los disparos, acumulando así el magoi y devolviéndoselo con un lanzamiento rápido que deja sorprendido al mayor.
Al tener ambos la protección del rukh, sus disparos de magoi se cancelan el uno al otro, por lo que esa competición no tiene ningún sentido y Judal pide que la detengan, pero que nadie se alegre porque lo que pretende el moreno es pelear con magia directamente.
Como obviamente Aladdin no entiende de nuevo y tras la conveniente explicación de Judal, este provoca que el rukh acumulado alrededor de su varita cree un rayo que hubiera volatilizado al menor sino fuera por la conveniente aparición de Ugo, un genio que solo los magi pueden invocar y quién consigue que Judal considere su habilidad, aunque eso ni signifique que vaya a detenerse... Lanzando de nuevo una orden al rukh para que ascienda, un montón de agua comienza a elevarse por los aires para formar una masa de agua que se congela sobre la cabeza de Judal, quién se eleva junto a la estaca de hielo mostrando cuán terrible puede llegar a ser su poder.
El hielo se quiebra finalmente en miles de pedazos que como proyectiles se echan contra los ciudadanos pobres de Baldad al grito de sarg arsarros - lluvia de lanzas de hielo sería la traducción aproximada - y los hace huir, mientras que Ugo evita las estacas entre puñetazos y saltos, tratando de aprovechar uno de estos impulsos para golpear directamente a Judal con sus enormes manos y quedándose en el intento, porque de nuevo la barrera protectora aparece.
Ambos están completamente igualados, pero el combate no ha terminado y Judal trata de empalar al pequeño Aladdin con el hielo, ataque que es evitado por Ugo al ponerse sobre el menor para que nada malo le suceda y provocando que yo muriera de amor instantáneamente por lo que hizo... Menuda penita más grande ver a Ugo con un montón de magoi saliéndole de los agujeros creados por el hielo mientras el pequeño Aladdin soplaba en un intento por mantener a su amigo ahí.
Sé que voy a ser criticada por algunos al decir eso, pero la crueldad de Judal me encanta demasiado...
Sorprendido por la respuesta que le ha dado el otro magi, la pelea continúa a pesar del estado de Ugo, que no vuelve a la flauta por más que Aladdin suplique que lo haga y comienza a levantarse, a pesar de que el menor ya no le está ofreciendo poder alguno para permitirle eso... Repentinamente, aparece la imagen de Ugo en un flashback, dónde inquiere que si de verdad Aladdin va a gastar uno de sus deseos en convertirle en su amigo, y este responde con una preciosa sonrisa que no quiere dejar a su único amigo cercano atrás, haciendo sonreír dulcemente al genio.
Aunque le suplica, sigue sin hacerle caso, momento que aprovecha Judal para atacar con un nuevo rayo, evitado por la velocidad de Morgiana.
Y Alibaba aprovecha para intentar atacarle con su cuchillo, aunque la barrera protectora de Judal lo bloquee por algunos segundos, porque como bien recordaréis todos... Cuenta con la ayuda del maravilloso Amon, que desprende fuego hasta que acaba por consumir la barrera y consigue impulsar lo suficiente al rubio como para hacerle un corte en la mejilla al magi.
De nada sirve, ya que Alibaba vulve a comerse un buen hechizo de Judal que le hace romper una estaca de hielo, y justo cuando este se disponía a ir contra Aladdin de nuevo, Ugo-kun lo barre con el brazo dándole un golpe que los deja a todos impresionados, moviéndose por su propia voluntad y comenzando a darle al magi la paliza que se merecía por ser un poco capullo.
Clavándole un pedazo de hielo en el corazón después de un buen rato de pelea, parece que Judal ha sido el vencedor de la pelea hasta que Ugo vuelve a levantarse con toda su voluntad estrechando a Judal entre sus manos y aplastándolo.
¡Y aquí termina mi pequeña reseña que se ha extendido más de lo que creía! La verdad es que no estoy en absoluto contenta con la pelea entre Judal y Ugo porque en el manga es mucho más impresionante, y las cosas se hacen de una manera más correcta: al menos allí me daban ganas de abofetear a Judal por cabrón, aquí se suma que queda como un crío subnormal.
Onceava noche: Un nuevo visitante.
¡Me he tirado casi tres horas haciendo este resumen, Dios mío!